Disfruta aquí de otro capitulo de «MOMX Con el permiso de la psicologa»
Al día siguiente cuando desperté mi amigo Loreto, ya no estaba, es más tampoco MOMX, aproveche para ir de shopping a Bronwnsville Texas, de la nada me encontré con un ángel de la guarda, una psicóloga que al verme descifro que algo me atormentaba, y para mi sorpresa me dijo que el incesto es mas habitual de lo que todos imaginamos y que los deseos de las mujeres a los hombres son más comunes, me aconsejo dejar pasar un tiempo y si tenía la oportunidad nuevamente empujar mi deseo sexual al límite lo hiciera, así fue como me quede dos días en aquella ciudad, le avise a MOMX para no se preocupara, así decidí decirle a mi amigo que me retiraría y que olvidáramos aquella noche , a lo que decidí irme a seguir con mis estudios a la CD de México, pero sin embargo seguí mis consultas por teléfono. Cuando pensé que todo iba bien, paso lo inesperado, llegue de entrenar y la puerta de la casa estaba abierta. Y la vi después de dos meses, a MOMX sentada en la sala, nuevamente de rubia, tan pronto entre corrió a abrazarme y empezó a llorar, y a decirme que le habían sido infiel nuevamente, y que no aguanto tanta soledad, me rompió el corazón y la invite a comer la guadiana 19. Vestía un vestido blanco, medias naturales y zapatos blancos, y su melena recién platinada (aquel entonces uno se arreglaba para viajar en avión). Me comento que se había enamorado y que poco a poco se fue enfrascando en una relación destructiva de celos. A lo que le comenté que estaba yo tratando un psicólogo y la invite a hacer lo mismo, fue entonces que entramos en una tegua tratando de dejarnos llevar por lo prohibido entrando poco a poco en un trance sensual poco a poco nos fuimos devorando con la mirada, los abrazos y los besos super cachondos, es decir nos gano el deseo y el recuerdo. Que besos sin remordimiento, a tal grado de acariciarle las piernas y desabotonarle el vestido para verle el escote, de pronto nos encontramos tomados en un rincón de la guadiana con caricias sutiles y porque no un poco de exhibicionismo, contándonos nuestras vidas, que sexualidad reprimida al grado de una relación en provincia con toda su doble moral. Así como descubrimos lo adictos que somos a la adrenalina. Un paso más adelante nos encontrábamos en el auto en una calle de la colonia san José Insurgentes comiéndonos a besos, esta vez yo llevaba la batuta, así que me permite sacar mi pene, y bajar su cabeza para recibir una rica mamada, mientras ella lo disfrutaba y yo poder acariciar su nalgas y piernas, tomando la iniciativa nos dirigimos rumbo a la casa, pero esta ocasión y haciendo caso a mi psicóloga, metí el auto en un hotel de la avenida patriotismo, ya no nos importaba nada, mientras nos asignaba cuarto seguíamos con la verga de fuera y el vestido arriba de la cintura, llegando al cuarto, no aceptaría nada menos ( como han podido leer en los relatos anteriores no habido penetración) Así que después de un lindo 69, le baje las medias hasta las nalgas, le acode mi pedazo de carne y se la fui clavando sin dejar ver su cara de lujuria que solo yo conocía, haciendo la tarea de la psicóloga, cambiamos de posición de a la de perrito hasta que término ella y poco después yo llenándole su vulva de mi néctar, nos desnudamos y nos metimos a bañar, y en la regadera me dieron ganas de orinar por lo que con la naturalidad empecé a hacer y la fui bañando, y por mas que se hacia a un lado, la rociaba hasta que me abrazo y nos besamos rociándole las piernas la agache y le fui rociando las tetas y la cara, se podía ver como lo disfrutaba. Que ricura y tan pronto dejo de salir el chorro de orina me la empezó a mamar, nos fuimos a la cama nuevamente, se recostó de lado y así la penetre, estaba increíblemente húmeda, pero a mi me faltaba más, así que cuando termine, le rocié en la cara, llamándola mi puta, algo que seguro disfruto.
Nos quedamos dormidos después de 5 encuentros, se vistió, y salimos del hotel como las 1 de la mañana, a comer algo y a seguir tomado, sin duda la mejor noche de mi vida fuera de tabos. No había otra opción que los tacos de borrego viudo, nos estacionamos en enfrente del cine jalisco, llego el mesero y me éxito como se comía a MOMX con la mirada así que lo ayude un poco desabotonado su vestido hasta dejar casi de fuera sus senos, y las piernas casi totalmente a la vista. Nos fuimos a casa, pero con ganas de más.
Por favor si pueden mandar sus comentarios, o dudas que yo con mucho gusto contestaré. O si han pasado por un caso parecido.