Se tragó toda mi polla, sentí que llegaba hasta su garganta, la llenó de saliva que me puso más caliente, cuando estaba a punto de correrme la sacó de su boca, se quitó la playera que me dejó impactado, ya que no traía sostén, y pude apreciar esos enorme senos que no pude evitar y empecé a besarlos y podía escuchar como ella daba pequeños y excitantes gemidos.
No se como empezar puesto que es la primera vez que escribo un relato erótico, pero en fin voy a empezar a describirme, me llamo Leonardo, mido 1.80, piel clara, ojos cafés, cabello negro y corto y tengo 19, todo pasó hace aproximadamente un año cuando en la esquina de mi casa llegó una nueva vecina llamada Martha. Era una señora como de 40 años una señora muy atractiva, ella medía más o menos 1.80, una piel muy suavecita y lo mejor es que era muy buena, por lo que desde el primer día que la vi me excitó, ya ese día ella traía una minifalda negra, botas negras y una blusa muy escotada que permitía ver perfectamente esos pechos muy maduritos y firmes.
Ella era viuda pero tenía dos hijas una de 18 y otra de 15 años que también estaban muy guapas, y tenía un hijo de unos 7 años, en fin con el paso de unas dos o tres semanas mi mamá fue haciendo amistad con ella, hasta que nos presentamos formalmente, y desde allí todo cambió por que cada vez que la encontraba ella me saludaba muy agradablemente, y siempre me daba un beso en la mejilla, eso me ponía muy caliente que siempre después de verla me tenía que hacerme una paja ya que ella me excitaba demasiado. Todas las tardes mi mamá y Martha platicaban en una banca que se encontraba enfrente de mi casa, y como mi casa es de dos pisos me permitía ver perfectamente sus hermosos senos, así que todas las tardes observaba con mucho detenimiento sin que ella se diera cuenta.
Un día estaba en la sala viendo televisión recostado en el sillón y mi mamá invito a pasar a Martha y como ya existía cierta confianza me quedé acostado y Martha se sentó en el sillón que se encontraba enfrente, pero ese día ella llevaba una minifalda que permitía ver perfectamente sus muslo carnosos y que yo quería chupar, entonces ella al sentarse por accidente separó un poco las piernas y pude observar que debajo de la falda solo traía una tanguita blanca, y no me podía parar e irme hacer una paja por que me empezaba a crecer mi pene. Seguí acostado a ver que más podía observar, mi mamá y Martha empezaron a platicar sobre muchas cosas que yo la verdad ni ponía importancia ya que yo solo en lapsos pequeños veía las piernas de Martha, y platicaron como una hora pero en esa hora ella cruzaba las piernas y al cruzarlas yo no desaprovechaba ni un momento para ver su hermosa tanguita, después que terminaron de platicar ella se despidió de mi mamá y después de mi con un beso en la mejilla y como no me podía parar por el semejante bulto que tenía ella se agachó y pude ver sus hermosos senos que casi rompían el sostén que ella traía, enseguida que ella salió yo me dirigí al baño para poder hacerme una paja y recordar la tanguita que traía.
Después de ese día, que era jueves, le pidió permiso a mi mamá para que el día sábado por la mañana le fuera ayudar en su casa a hacer el aseo ya que el día domingo ella iba a tener una pequeña fiesta con su familia, mi mamá concedió el permiso y yo me puse muy contento ya que iba a poder ver a Martha casi todo el día.
Por fin llegó el sábado, yo llegué a su casa muy temprano como a las 7 de la mañana y toqué el timbre y ella salió con un poco de sueño y con un camisón de dormir que al verla me puso muy caliente que no podía quitarle la mirada, por lo que ella me dijo “que pena contigo pero es que apenas me acabo de levantar espero que no te asustes” y yo le dije claro que no al contrario se ve guapísima, ella solo sonrió me dijo que pasara que en seguida se cambiaba de ropa e iríamos hacer el aseo, y le dije claro tómese su tiempo…
Pasaron unos 10 minutos y salió con un pantalón de licra muy pegadito que permitía observar sus nalgas que las tenía muy paraditas, y una playera que permitía ver ese par de senos perfectos y grandes, en seguida empezamos hacer el aseo de la casa, escombramos el patio pero mientras hacíamos el aseo yo no me perdía ningún instante cuando ella se agachaba a recoger algo o cuando hacía un movimiento que permitía ver sus atributos perfectamente, así pasaron unas dos o tres horas, enseguida nos llamó su hija (Evelin), solo estaba ella ya que sus dos hermanos se habían ido de vacaciones con sus abuelos.
Cuando salió Evelin traía una ropa muy pegadita que no pude evitar verla sin parpadear, nos llamó para desayunar y nosotros fuimos a su mandato, nos lavamos las manos y fuimos desayunar, al terminar nuevamente seguimos en nuestro trabajo pero justo antes de las tres de la tarde Martha me dijo que se tenía que ir bañar ya que ella y su hija iban a ir a comprar cosas para los preparativos de la fiesta, y me dijo que si no había ningún problema si yo terminaba de escombrar la sala, mientras ellas se arreglaban, yo le dije que no había ningún problema y ella enseguida se fue directo a bañarse y yo fui directo a la sala a limpiar los muebles.
Cuando terminó de bañarse pasó frente a mi solo con una toalla y con una tierna sonrisa ya que su recámara estaba justo enfrente de la sala, yo me quedé embobado ya que solo una pequeña toalla cubría ese cuerpo tan sensual, no pasaron ni 5 minutos cuando su hija salía de la otra recámara y se dirigía hacia el baño, nuevamente pasaron unos minutos y salió de igual manera solo con una toalla pero más chica que la de su mamá que permitía ver su pequeño y suave trasero, en esos momentos se me puso muy duro el pene que se podía observar una gran bulto en el pantalón pero para que ella no se diera cuenta me senté en el sillón…
Me puse a imaginar el cuerpo de Martha y su hija casi desnudos, pasaron unos 20 y ellas salieron de sus recámaras ambas llevaban una minifaldas que no dejaban nada a la imaginación, Martha se acercó a mi y me dijo que ellas ya se iba de compras y que si podía de favor cerrar la casa cuando terminara de limpiar los muebles, yo accedí y en ese momento ellas se fueron.
Yo inmediatamente fui al baño para realizarme una paja ya que estaba tremendamente caliente y cual fue mi sorpresa que estaba en el lavabo la tanga blanca, creo que era la misma que vi dos días antes en mi casa, enseguida yo la tomé y me empecé a imaginar lo que había visto y en ese momento me hice una paja tremenda que me corrí como nunca, después de eso terminé el aseo y me fui a mi casa. Al siguiente día no pasó casi nada ya que solo pude ver a Martha y a su hija con ropa muy pegaditas pero nada comparado con lo que vi un día antes.
Al día siguiente o sea el lunes me quedé solo en casa desde muy temprano ya mis padres no se recuerdo bien a donde habían ido, el chiste que eran como las 11 de la mañana cuando yo me disponía darme una ducha pero en ese momento sonó el timbre y yo salí a ver quien era y que me sorprendí cuando vi. Era Martha pero no estaba bien vestida que digamos ahora solo traía un short y una playera que casi se transparentaban sus hermosos pechos…
Me sorprendí por que nunca la había visto así, ella enseguida me dijo, ”ay que pena contigo, pero lo que pasa es que se descompuso mi teléfono y quisiera que me prestaras el tuyo” yo le dije claro, con mucho gusto, pase usted, y cuando íbamos hacia la sala ella me dijo que si no me asusté al verla ya que no se había arreglado, debido a que tenía poco que se había despertado, ya que después de la fiesta de un día antes estaba un poco desvelada, le dije que no, ya que se ve muy guapa y ella solo sonrió, enseguida ella habló por teléfono, y simplemente le dije que estaba en su casa y que yo me iba a dar una ducha ella con la cabeza me dijo que si y siguió hablando…
Subí el baño que estaba en mi cuarto y me empecé dar la ducha cuando iba a terminar oí como se a abrió la puerta de mi cuarto y enseguida una voz de Martha que decía, ya terminé de hablar por teléfono, muchas gracias, a lo que yo respondí de nada, y me terminé de bañar, me sequé y solo me puse la toalla en la cintura ya que toda mi ropa estaba en la cama de mi cuarto, cuando salí del baño ella estaba sentada en la cama y leyendo un relato que había impreso y que lo había dejado en el buró, ella yo creo que leía rápido por que ya llevaba más o menos una hoja, al verme me dijo que era muy impresionante y excitante lo que había leído…
Enseguida me preguntó que de donde había sacado esos relatos, yo le contesté que de Internet y ella me dijo que si le podía mostrar la página de donde los había sacado y como hacía para imprimirlos por que pude notar que no sabía nada de computadoras, en ese momento accedí y encendí la computadora y entré a Internet y solo tecleé la dirección de esta página y allí podía encontrar algún relato, al descuido dejé abierto en donde están las imágenes de jóvenes y maduras como ella siendo penetradas por hombres más chicos que ellas y unos como de mi edad…
Ella al ver esto abrió más los ojos y dijo que nunca había visto tantas imágenes con maduras siendo penetradas por jóvenes, yo al ver las imágenes y después de ver la sorpresa de ella me excitó lo que provocó que empezara a crecer de tamaño mi pene y como solo tenía la toalla ella pudo observar perfectamente mi bulto, ella solo dijo “mira nada más que tenemos acá” y en eso me preguntó ¿Te excito? A lo que no voz temblorosa le contesté con cabeza que si y ella de un solo jalón quitó la toalla dejando al descubierto muy polla.
Ella sin más ni más empezó a acariciarla lentamente, le empezó a dar algunos besos con esos labios tan suaves y carnosos, así siguió durante unos 5 minutos hasta que de un solo bocado se tragó toda mi polla bien erecta que sentí que llegaba hasta su garganta, la llenó de saliva que me puso más caliente, cuando estaba a punto de correrme la sacó de su boca e hizo que me sentara en la cama y ella se puso enfrente de mi, enseguida se quitó la playera que me dejó impactado ya que no traía sostén y pude apreciar esos enorme senos, empecé a besarlos, podía escuchar como ella daba pequeños y excitantes gemidos y así me mantuve durante un buen rato.
Después le quité el short que traía pero cual sería mi sorpresa que no traía tanga ni nada y pude observar ese coñito con vello púbico de color rubio que ya estaba muy mojado de sus jugos vaginales, enseguida me hinqué frente a ella y empecé a besar ese manjar, metía mi lengua entre su clítoris y empezaba a gemir más fuerte y aumentaba mucho su respiración así me mantuve hasta que tuvo un gran orgasmo y se corrió en mi cara lo por lo que pude saborear esos jugos muy deliciosos que era la primera vez los aprobaba…
Después ella se recostó en la cama boca arriba y me dijo con voz excitante “penétrame y dame toda tu leche calentita”, a lo que yo enseguida accedí y primero empecé a tocar su vagina toda mojada con la punta de mi pene, se sentía muy bien y eso me excitó y se me puso más dura de lo que estaba, y ella me rogaba, ya dame tu leche no me hagas sufrir que estoy ardiendo de caliente, y cuando terminó la oración yo con toda mi fuerza atravesé su rajita con mi verga que dio un tremendo grito y empezó a decir, Siiiii, mássssss, mmm, me encanta, sigue no pares, mmmmmmm, que ricooo siiiiiiiii, me corro yo también siiiiiiiii.
Hasta que después de un tiempo me corrí adentro de ella, saqué mi pene y pude ver su vagina toda cubierta de semen combinado con jugos de su orgasmo, después ella se acercó, tomó mi pene y como tenía un poco de semen ella empezó a lamerlo hasta dejarlo completamente limpio, después de eso ambos quedamos agotados y nos quedamos unos 20 minutos recostados en la cama para recuperar fuerzas, en eso ella me dijo que nunca había tenido sexo como hoy y que le había gustado mucho y que probablemente después podíamos volverlo intentarlo de nuevo…
Yo con mucho gusto le dije que si, después de eso ella se limpió su conchita que todavía estaba húmeda se puso su short, su playera y se fue a su casa y solo me quedé en mi cama recordando lo que había hecho y que no había estado tan mal ya que fue mi primera vez.
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Autor: Leonardo