PADRE E HIJA

Esta es mi historia:

Cuando esto pasó yo tenía 18 años recién cumplidos, mi físico se caracteriza por tener unos grandes ojos azules, ser rubia (natural) con el pelo rizado, tener la cara redonda con unos grandes labios, de estatura medía (1´60) y muy delgada 48 Kg., tengo poco pecho y nunca he hecho el sexo, aunque a más de uno le hubiese gustado ya que tengo a los chicos locos, por lo que tengo mi coñito bien cerradito.

Un día que mis hermanas pequeñas y mi madre se fueron a pasar el fin de semana al pueblo de mis padres. Mi padre se quedó porque no tenía ganas de ir y yo por tener muchísimo que estudiar.

El fin de semana no tenía ganas de salir estaba cansada de tanto estudiar y preferí pasar el fin de semana en casa.

La mañana del sábado terminé el trabajo, preparé la comida y me duché y cuando salí, mi sorpresa fue que mi padre estaba desnudo, avergonzado me explicó que pensaba que estaba dormida ya que no escuchó el agua de la ducha.

Yo roja fui en dirección contraria a la de mi padre y sin querer rocé mi mano con su grandísima verga y en ese momento no llegó a nada.

Ya por la tarde estaba viendo una película y escuché unas voces lo cual me asustó, procedían de la habitación de mis padres y fui a ver que es lo que pasaba. Era mi padre que tenía un mal sueño le desperté y todo pasó

Cuando me iba levantar puse la mano en mal sitio y noté la verga de mi papi, rápidamente levanté la mano.

Cuando ya estaba saliendo de la habitación noté como mi padre me cojía del brazo, me di la vuelta y me soltó un beso con lengua, me soltó que no podía más, que me espiaba sin que yo me diera cuenta.

Yo sin despegar palabra intenté de nuevo irme ya que me dejó de piedra, mi padre, que es muy alto, musculoso, moreno, sin canas, y con los ojos negros me volvió a cojer del brazo impidiéndome salir de su cuarto.

Me agarró con fuerza incluso me hizo daño y me llevó a su cama, me obligó a quitarme el vestido y la ropa interior, yo asustada obedecí por lo que me pudiera hacer, y de repente me empezó a morder los pezones y yo sin creérmelo sentí placer y mucho, notaba como mi conchita se mojaba abundantemente de jugos muy ricos.

Deslizó sus grandes manos por mi cuerpo hasta llegar a mi coñito, lo empezó a tocar a la vez que me daba besos interminables, me dijo que si quería seguir y yo afirmé con entusiasmo, pero con miedo a la vez que sssssiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, empezó a comerme la conchita, y en un sesenta y nueve divino, me puso su verga en la boca

Me dijo que la chupara y con mucho entusiasmo la empecé a chupar, no me lo podía creer, su verga estaba sabrosísima. Mi padre no dejaba que cayera ningún flujo encima de las sábanas ya que mi madre las acababa de cambiar.

Al cambiar de posición me dijo que lo que estábamos haciendo, él lo deseó por mucho tiempo, que mi madre ya tenía 3 hijas, y no era lo mismo hacerlo con una mujer de 38 a con un ángel de 18 años me confesó sentirse poderoso y que hacía tiempo que me veía de manera diferente.

De repente me metió su polla dentro de mi chochito yo me retorcí de dolor y mi padre sin ningún respeto hacia mí empezó a bombearme muy brusco, en un mete y saca frenético hasta que se rompió mi himen.

Mi padre sacó su enorme verga con algunas gotas de sangre, lo miró y continuó clavándome su gruesa herramienta.

Y de pronto todo cambió, sentía un placer de lujuria.

Empezó a morderme los pezones, a oler mi pelo, me cojió entre sus grandes brazos a la vez que me follaba lujuriosamente, me besaba en la boca y de repente noté como nos corríamos a la vez, llegando a sentir previamente 5 orgasmos, me dijo que quería correrse dentro de mí siempre que hiciéramos el amor.

Y así estuvimos todo el fin de semana, me dijo que estaba enamorado de mí, que nos iríamos de viaje los dos s

olos para estar así todos los días y que cuando mi madre y mis hermanas llegaran no aguantaría sin follar conmigo.

Y lo que hacemos todos los meses es ir a un hotel de lujo y en la suite nos fundimos en uno.

Autor: Cristina